Para ser un buen estudiante...
Al colegio se va a estudiar y no a perder el año ni a malgastar el tiempo. A la Universidad se va a adquirir los conocimientos necesarios para desempeñar con éxito una profesión, preparar el relevo generacional y dejar en firme las bases para la construcción de un país renovado en su esencia y mejor en el desarrollo de sus relaciones sociales, económicas y humanas.
Mientras estemos en las aulas, el buen desempeño es una obligación. Ser estudiante es sinónimo de esfuerzo continuado, dedicación permanente y angustias relacionadas con un tema inherente a los programas de formación. La evaluación permanente y la necesidad de mostrar buenos resultados para seguir avanzando en la en la escala progresiva del plan académico en que se está matriculado.
Demos un vistazo a algunos aspectos que te van a ser útiles en el caso de que, como es obvio, quieras obtener unos muy buenos resultados en tu vida académica, entendiendo esos resultados no solo como buenas notas sino con el aprendizaje útil para la vida y para el trabajo y la pronta y feliz inserción en el mercado laboral. Veamos pues:
- Es necesario tener claridad en cuanto a la vocación, a lo que nos hace vibrar y nos apasiona, porque en la profesión elegida pasaremos la mayor parte del día todos los días de nuestras vidas. Elegir correctamente es un paso inicial y esencial para asegurar los buenos resultados pues está comprobado que hacemos mejor lo que nos gusta, tal como le sucede a los niños, quienes son felices por ejemplo, en el juego al punto de que en ocasiones lo prefieren sobre algo que también les gusta, como comer o tomar su bebida preferida. Si aún no has elegido tu futura profesión, ten en cuenta algo que te guste y te permita crecer como persona y como profesional. Si ya estás embarcado en algo que sientes que no es lo tuyo, es mejor que te vayas enamorando o que pienses con seriedad en cursar una carrera alterna en la cual puedas realizarte plenamente.
- Combinar en altas dosis la disciplina y la pasión. La disciplina, nos permite cumplir lo que debemos hacer, aún cuando no tengamos ganas o no sea de nuestro agrado. Algunas personas tienen apatía y en algunos casos aversión a madrugar, pero gracias a su disciplina cumplen sus compromisos de las primeras horas del día. Disciplinarse es necesario para hacer lo que hay que hacer independientemente de otras consideraciones. La pasión, en cambio nos permite desarrollar el talento con la ventaja de que mientras se trabaja o estudia, se siente el deleite de hacerlo sin afanes, sin impaciencia y, lo más importante, con la convicción de que cada actividad desplegada puede transformar el mundo.
- Mantener una buena red de relaciones con compañeros de clases. Los compañeros no son personajes casuales ni extraños en nuestras vidas. Por el contrario, tenerlos es una ventaja invaluable pues ellos son nuestros aliados en el propósito de alcanzar las metas cercanas y las del futuro próximo. Una buena red de relaciones nos conlleva a dar y recibir la ayuda necesaria en el momento que más se necesita y debe perdurar más allá de la terminación de los estudios pues consiste en un patrimonio para toda la vida. Las relaciones que se hacen durante la época de estudios son para toda la vida y se constituyen frecuentemente en un apoyo importante en algún momento del futuro. Ciertos estudios dan cuenta de cómo la consecución de empleo depende de una buena formación, pero también de la red de relaciones que se tenga. Tener buenas relaciones equivale a estar conectado con las oportunidades que cada persona puede brindarnos o ayudarnos a conseguir.
- Nunca faltar a clases. Puede decirse maravillas sobre la utilidad de los apuntes de los compañeros y las explicaciones que éstos nos brindan, podemos tener la voz del profesor a través de una sencilla grabación y aún tener las memorias de todos los temas a través de uno o varios archivos grabados en la memoria USB pero nada remplaza la explicación del profesor y la explicación oportuna que él nos puede brindar cuando aparezcan las dudas. Así pues se hace bien importante asistir a clases sobre todo en aquellas asignaturas en las que es completamente necesaria la continuidad en todas las lecciones. Perderse una sola sesión puede significar la pérdida del hilo conductor entre los distintos temas y una enorme dificultad para posteriormente actualizarse. Además, cuando el programa en que se está matriculado es presencial, la asistencia a clases es obligatoria y en algunos casos uno de los factores que se tienen en cuanta para las calificaciones finales.
- Sostener un canal abierto con el profesor. Nos referimos a La ventaja de tener una comunicación fluida con los docentes para poder presentarle las consultas a que haya lugar dentro y fuera del salón de clases. La mayoría de profesionales de la docencia permiten que sus estudiantes conozcan su número telefónico y todos dan a conocer su correo electrónico con el fin de que estas opciones sean utilizadas para plantear y resolver las inquietudes que puedan presentarse. Si el profesor da esta posibilidad hay que usarla razonablemente como un medio para aclarar lo que es confuso o para dar a conocer avances de las investigaciones o proponer nuevas formas de ver una temática. Mantener un canal abierto con los profesores crea, además una sana y fructífera relación, la cual será útil no solo para el estudiante sino para el futuro profesional cuando ya esté en la etapa de insertarse en el mundo laboral.En ese momento será muy importante la recomendación y el primer impulso de quien lo conoce desde un escenario tan importante como lo es el aula de clases.
- Disponer de fuentes adecuadas para investigar. Estamos viviendo, por fortuna, los tiempos en que el acceso a la información se ha democratizado y hoy está al alcance de la mayoría de las personas cualquiera que sea el lugar geográfico en que se encuentre. Las ciudades pequeñas y los pueblos apartados tenían una enorme desventaja pues anteriormente los textos actualizados, las revistas y los documentos con las últimas novedades en el mundo del conocimiento tardaban años en llegar y algunas veces se podía acceder a ellos cuando la información que contenían estaba desactualizada. El caso es distinto hoy en día y los estudiantes de nuestra época tienen un acceso oportuno al conocimiento a través de la internet. De su parte solo está el tener unas fuentes adecuadas de consulta y concentrarse en aquellas páginas que le permitirán mejorar sus conocimientos y no divagar en otras que lo despojarán sutilmente de una de sus más preciadas pertenencias: el tiempo para dedicarlo a los estudios. Conéctate a la autopista mundial de la información, investiga juiciosamente y huye de las páginas a las que podemos calificar de “ladronas de tiempo” pues, si nos descuidamos, pasaremos en ellas horas y horas, sin adelantar gran cosa en los trabajos que verdaderamente nos interesan.
- Definir un horario mejor aprovechamiento del tiempo. Esta sencilla verdad tiene capital importancia porque el recurso tiempo es no solo el más escaso, sino el más valioso y hay que planificarlo de tal manera que rinda y alcance para todo lo que se le necesite y no solo para estudiar sino para asignarle una parte de éste a la familia, al trabajo y a la recreación. La mejor manera de sacarle buen provecho y de utilizarlo bien es planificarlo a través de la asignación de horarios para cada actividad y luego actuar con disciplina para darle cumplimiento.
- Cumplir oportunamente con los compromisos académicos: Las tareas, trabajos, investigaciones hacen parte de de la esencia de todo plan de estudio. Quien se matricula en algún programa educativo sabe que deberá asumir compromisos con la academia y que éstos exigen ser atendidos dentro de unos plazos claramente definidos desde el principio. Por regla general los plazos son razonables pero comienzan a acortarse dramáticamente cuando el estudiante no se pone manos a la obra de inmediato y cae en los brazos de una de las más seductoras formas de indisciplina: la postergación, la cual consiste en aplazar una y otra vez el momento de comenzar a trabajar o interrumpir las labores con la idea de reiniciarlas más adelante. Una tarea que puede elaborarse con tranquilidad se convertirá en fuente de estrés y de la mayor preocupación si se deja para última hora. Si ésto sucede, se corre el riesgo de incumplir con los plazos previstos, lo cual se traducirá en un quebrantamiento de las reglas de juego y en una lamentable pérdida de prestigio ante el profesor y el grupo de compañeros.
- Investigar por cuenta propia. Las clases, entendidas como tales el momento en que los estudiantes y el profesor se reúnen para socializar el conocimiento, son una parte dentro de todo el proceso de aprendizaje, pero no es el todo. Queda dentro del ámbito de la responsabilidad del estudiante el continuar con la búsqueda del conocimiento a través de las fuentes a su alcance: visita a la biblioteca, consulta de libros, asistencia a conferencias, foros y seminarios, búsqueda por internet y bibliotecas virtuales, programas educativos en la televisión, diálogos con otros profesores, etc. Un buen estudiante sabe que en la clase es una puerta de entrada al mundo maravilloso e ilimitado del aprendizaje pero tendrá claro que siempre habrá otras fuentes de las cuales nutrirse.
- Formar parte de un equipo con vocación de complementariedad. Hacer parte de un equipo es importante y más aún hacer parte de un buen equipo. Pero éste no será verdaderamente efectivo a menos que haya estudiantes cuyas habilidades, destrezas, conocimientos y estilos de aprendizaje se complementen. De la misma manera es deseable que exista un equilibrio entre las debilidades y las fortalezas de sus integrantes para que los aspectos en que alguien es fuerte ayude asus compañeros y a la vez sea favorecido por los demás en las áreas en que tiene mayores dificultades. Si en altamar se encuentran dos náufragos y ninguno sabe nadar es posible que se ahoguen los dos. Qué buen encuentro sería aquel que una a alguien que sabe nadra con otra persona que no sabe hacerlo, pero ha conservado el talego de las provisiones. Formarán un dúo bien equilibrado y mejorarán sus posibilidades de supervivencia.
- Desarrollar algún tipo de actividad extra académica. Pertenecer al colectivo de teatro o al grupo de danzas o al club deportivo tiene sus ventajas. Estas actividades extra académicas van marcando el camino hacia el futuro y ofrece la posibilidad de tener relaciones con personas de distinta procedencia y nos ayudará a afinar las condiciones necesarias para el trabajo en equipo, tan necesario no solo para el presente dentro del claustro educativo sino para el cercano futuro cuando haya disposición de vincularse al mercado laboral o cuando ya se esté desempeñando plenamente una actividad de tipo profesional.
- Mirar hacia el entorno como destino de llegada. El entorno es el punto de partida pero es también el punto de llegada. Al sistema educativo se le ha cuestionado duramente por su inexplicable e innecesario divorcio conla realidad ubicada más allá de las cuatro paredes de las aulas y por darle la espalda a la realidad de su respectiva región y dejar el desarrollo de ésta abandonado a su propia suerte. El estudiante debe considerarse ligado a la región en la que vive y actúa y en l cual tiene la responsabilidad de convertirse en un agente de cambio social y en un promotor del desarrollo. Y debe hacerlo por el bien de la comunidad pero también del suyo propio.
Información:
http://www.articulo.org/articulo/16787/como_ser_un_mejor_estudiante.html
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